miércoles, 5 de noviembre de 2008

Pasan los días ... me fuí a Menorca y volví de Menorca




Pasan los días. Me fuí a Menorca y volví de Menorca. Me sentí bien en la isla, me sentó bien la isla. El simple hecho de volar sola, con mi i-pod, mi libro y mi bolso ya fue un triunfo, primero porque estoy fuerte y soy capaz de viajar sola, cuando hace dos días no podía ir sola ni a la vuelta de la esquina, y segundo viajé sólo con mi bolso y mis cosas, por primera vez en mucho tiempo no tenía que estar pendiente de perros inanimados, botellas de agua, bolsas y trastos ajenos, niños a los que les entra las ganas de hacer pis en el momento más inoportuno, no tuve que armar un peñazo de puzzle de Spanair ni pelar el impelable chupachups con el que la tripulación pretende que los niños no molesten al resto del pasaje, porque se piensan que mientras chupan no gritan ni se mueven, y eso no es verdad, doy fé de que tienen la capacidad suficiente para hacer varias cosas a la vez. Durante el vuelo escuché el disco de Love of Lesbian "Cuentos chinos para niños del Japón", ultimamente no paro de escucharlo, me gusta mucho, y a mí cuando me da, me da.




Y llegué, y respiré hondo, y sentí el aire en la cara, y ví el mar, y anocheció superpronto, y paseé, y dormí con el viento, y estaba muy cansada, el viaje me había cansado más de lo que yo creía, pero estaba en Menorca, nada más ni nada menos que con mi hermano y mis padres, la familia nuclear al completo, que no se reunía hace así desde hace mucho, mucho tiempo. Y me reí mucho mucho (mi hermano tiene la capacidad de hacerme reir a carcajadas y hasta que el estómago me duele) y eso me viene muy bien, nos reimos de nosotros cuando Rubén empezó una tarde de terraza a sacar trapos sucios de hace mucho tiempo en clave de humor, y aunque en clave de humor pero salieron, y creo que eso nos vino bien a todos.


Y nos hicimos fotos, muchas fotos, muchísimas, me encanta hacer fotos en Menorca, la luz es especial y los colores superbrillantes, nunca he visto un cielo tan azul como en Menorca.


Y fuimos a la playa, y la playa estaba preciosa, solitaria, tranquila, y disfrutamos del privilegio de poder estar allí en ese momento.


Y un día de fuerte viento norte fuimos a ver el "bufador" y lo pasamos fenomenal, y comí montones de ensaimadas, y desayuné todos los días en el Imperi, mi sitio favorito, y fuimos al cine, ese cine que en verano se enfría con un ventilador y en invierno se calienta con una estufa y encima de la pantalla hay un santo calasancio o salesiano o similar.


Y fui de compras, como no, yo voy de compras hasta en el desierto del Sahara, y compré camisetas, es que no tengo camisetas, jejeje.


Y comí la lechona en Cas Ferrer, mmmmmmm, en mi vida he comido algo tan exquisito, y sobrasada con miel ...

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