miércoles, 22 de octubre de 2008

Me voy

Hoy que no me encuentro bien me regalo a mi misma una fotos de los buenos tiempos al sol, cuando jugabamos en la playa hasta el anochecer. Pensar en esos días me hace sentirme mejor.


Estoy nerviosa. No puedo comer. Mi estómago ha dicho que no le metan comida, y yo obedezco a mi estómago. Si no quiere que no coma, ya comerá, como los niños. Estoy nerviosa. Ahora mismo podría llenar varias bolsas de supermercado con mis nervios y mi ansiedad. Sonrío, sonrío mucho, me he dado cuenta de que es terapéutico. Ya comeré, tengo reservas, antes no las tenía, ahora sí, ya peso 50 kilos.


Estoy triste. Triste por querer y no poder. Triste por desear y no tener. Triste porque las cosas no siempre son cómo nos gustaría que fueran. Triste por no poder controlar todo lo que pasa en mi vida.
Pero en fin, estoy contenta porque a pesar de todo, he tenido algo que me ha hecho bien. Soy afortunada. Aunque sea algo pasado. Y estoy feliz porque tengo una familia que me abraza con cariño. Porque tengo unos hijos que me necesitan.


Estoy agradecida a los amigos especiales, esos que dan tanto con tan poco. Esos que, espero, siempre estarán ahí.

Estoy esperanzada, espero que todo vaya bien. Y además de esperanzada, como se puede ver, estoy rayada, muy rayada, así que voy a poner música y me voy a dormir. Mañana sera otro día.
Por cierto, me he comprado un billete y dentro de unos días me voy a Menorca. Adios.

martes, 21 de octubre de 2008

Quiero ser como Jack Johnson

Por favor ! Ayudadme, me muero. No te vas a morir, esta noche no toca, no hagas esfuerzos por vomitar, si yo no hago esfue..., y otra vez se me va un trozo de vida por la boca, dios mío, qué me está pasando, me voy a morir. Una enfermera me coge la mano, en la otra sala oigo a la doctora, que avisen a su marido, yo llamo a D., y otra vez se me va la vida en una arcada. Ven rápido, es grave. Horror, que están diciendo ! De acuerdo, vamos poniendo una sonda. Que haceis conmigo, no me podeis meter eso por la nariz y la garganta mientras vomito, chicos creo que me voy a morir, no, de eso nada, no te vas a morir, pienso en mis hijos, me estoy poniendo nerviosa, estoy llorando o no, no lo se, pido ayuda de nuevo, pero ya me están ofreciendo toda la ayuda que está en sus manos, mi vista se ha nublado, pienso en mis hijos, no puede ser que me esté pasando esto. Veo entrar a D. en el box, mientras se quita la chaqueta del traje me dice que no me preocupe por nada, que ya ha pasado todo, que estoy en sus manos, yo le miro y le veo borroso, pero me tranquiliza verlo allí. Dormidla, entubadla, todo parece ir deprisa entre ellos, pero yo les veo a cámara lenta. Mis padres están en Santander, no te preocupes, vendrán. Pienso en mis hijos y en las últimas palabras de Bruno cuando le subí un vaso de agua que me costó un triunfo : Mamá, a que los juguetes no son importantes ? No hijo, hay cosas más importantes. A que lo más importante es estar todos juntos ? Por supuesto hijo, eso es lo más importante, ahora duermeté que mamá está muy cansada. Le besé en la frente y salí de la habitación, y no me podía quitar esa imagen de la cabeza, maldito niño, por qué me dijo eso ? Piensa en algo bonito e intenta relajarte, te vamos a dormir, no te preocupes por nada, ya está.

Quiero ser como Jack Johnson en versión femenina. Quiero vivir al lado del mar, quiero surfear de día y tocar la guitarra de noche. Vivir de ... no se ya veremos. Quiero coger a mi familia, cargar mis cosas en una furgoneta morada y pirarme con ellos. Quiero, quiero ...

Cuando me desperté había pasado casí un día, abrí los ojos, vi a Pepe y a mi hermano y me puse a llorar. Y ellos también se pusieron a llorar.

Life point

Me tengo que animar a escribir. Tengo que soltar lastre. Y me cuesta. Pero lo voy a hacer, poco a poco, así quizá algún día pueda pensar en el pasado mes de enero y sonreir, así algún día pueda dormir bien sin soñar que alguien me persigue con un cuchillo, que estoy en medio de una guerra en Bosnia o que soy el objetivo de una mafia china asentada en Madrid. Quizá algún día mis sueños raros sólo consistan en estar en un restaurante chino con el capitán mosca usando calamares como lentes bifocales (mi pequeño homenaje a Sergio Algora).

Yo me digo en voz baja : soy feliz. Y se lo digo también en voz alta al que me quiera escuchar : soy feliz. Soy feliz porque tuve suerte, soy feliz porque la pelota tocó la red y al final cayó en campo contrario y conseguí un life point. Pero a veces me siento asustada y me pregunto por qué ? no Por qué a mí ? sino Por qué?

Por qué voy a tener que tomar medicamentos de por vida?, por qué no voy a poder practicar algún tipo de deportes?, por qué siempre tendré que ir de médico en médico y de prueba en prueba?, por qué tengo una cicatriz en mitad de mis estupendos abdominales?, por qué lo pasé tan mal?, por qué se lo hice pasar tan mal a los que me quieren?, por qué me tuvieron que meter un tubo por la garganta cuando vomitaba sangre a borbotones?, por qué he tenido que dejar mi trabajo (de momento), por qué estoy tan cansada?, por qué no me puedo ir mañana a Nueva York?, por qué nunca deberé viajar a un país no civilizado?, por qué y cuándo el gen Yak2 mutó ? Por qué mi anterior médico no se dio cuenta de que algo no iba bien dentro de mi cuerpo ? Por qué no me lo pudieron coger más a tiempo y así evitar todo este follón del copón ? Por qué a mis hijos se les tuvo que pasar por la cabeza que su madre igual no volvía a casa nunca ?

No me importa, no es para tanto tomar unas cuantas pastillas todos los días, tampoco yo era Bode Miller y ahora en vez de esquiar tomaré el sol en una tumbona mientras leo un libro, no es tan malo ir al hospital, hay médicos majísimos que me cuidan como si fueran mi madre, la cicatriz, fuera de broma, la adoro, es el símbolo del triunfo de la vida, esta supercuidada y la luzco con orgullo (además no es una cicatriz cualquiera es, como dice Bruno, la estrella de Mercedes), lo pasé mal, pero ya pasó, mi familia lo pasó mal pero eso nos acercó más si cabe, los tubos y los pinchazos y los tacs y demás me enseñaron a ser más fuerte, de los vómitos de sangre no saqué nada bueno, que le vamos a hacer, yo creo que de ahí me viene el susto ese que me hace soñar fatal, no puedo ir a trabajar, ni quiero, esto es un año sabático, y quien no quiere un año sabático, estoy cansada, pero puedo descansar cuando quiero, no puedo ir mañana a NY, pero ya iré cuando me den el alta, no podré viajar a Etiopía, ni a la India, ahora no, puede que algún día sí, y el YAK2, pues mutó, que le vamos a hacer, yo siempre fui un poco rarita, y el Dr. Reparaz pensaba que unos teníamos el bazo grande del mismo modo que otros tienen las orejas grandes, quizá debería irse a Everwood a curar resfriados a la gente, no sé igual su destino era salvar la vida a otros, lo que está claro es que no era un médico para mí. Si me lo hubieran cogido a tiempo todo hubiese sido más facil, me hubiese ahorrado una operación a vida o muerte, una enorme cicatriz, una desagradable hemorragia digestiva, yo qué sé, pero quizá ahora no sería como soy, distinta (y feliz).
Lo que si me preocupa es que a Bruno y a Catalina se les pasase en algún momento por la cabeza el hecho de quedarse sin madre. Cuando era pequeña, esa era mi peor pesadilla. Pero aquí estoy, abrazándoles y riñéndoles, besándoles y echándoles broncas cuando desobedecen.
Un día, no hace mucho me dijeron : ya estás buena del todo mamá porque nos riñes mucho jejeje

lunes, 20 de octubre de 2008

... y he vuelto a pensar en Maine

Esta mañana he ido al aeropuerto a llevar a mis padres y a mi hermano que se iban a la isla y he tardado una hora en llegar y otra en volver después de tragarme un gran atasco de ida y otro de vuelta. Al pasar por el túnel de Cea Bermúdez se me ha formado una bola en el estómago, hace nueve meses que no pasaba por ese túnel a esa hora y me han venido sensaciones de prisa, de agobio, de dolor de estómago, de otra vez llego tarde, de mierda de publicidad en la radio y yo sin batería en el i-pod, de qué te pasa a tí imbécil, es que este carril es tuyo? de venga que se pone rojo y el otro en doble fila precisamente aquí .... Stoooooooooooooooooop. No!

He pisado el acelerador más de lo que tocaba y he serpenteado entre carriles para no llegar tarde a yoga, y he llegado tarde a yoga y he interrumpido la clase al entrar (o esa impresión me ha dado) y cuando me he tumbado en la esterilla estaba a 120 por hora. Y poco a poco me he ido relajando, y al final me he relajado del todo y me he dicho bieeen, esto es lo que yo quiero.

He llegado a casa dispuesta a descansar. Estoy muy cansada. Ahora cualquier cosa me cansa, y dos horas de tráfico por Madrid no te digo nada ... y me he tirado en el sofá con mi ordenador a mano, mi i-pod, mis libros, y un café muy muy muy caliente y he pensado, bieeen, esto es lo que yo quiero.

Y ha llegado Pepe con cara de volao, le han ofrecido un trabajo de esos que no apetecen nada si no fuera por el dinero, maldito dinero. Un trabajo con horarios, con atascos, con múchos números y múchos teléfonos, y muchas horas, de esos que llegas por la tarde y te quitas la corbata (o los tacones) y te tiras en el sofá y los niños ya están en la cama, y tú no puedes con tu vida. Y Pepe no sabe que hacer. Y yo no sé qué decir.

Y he vuelto a pensar en Maine.

sábado, 18 de octubre de 2008

Mi cumpleaños



Entre estas dos fotos ha pasado un año.
A la derecha, el 18 de octubre de 2007 celebré mi cuatrogésimo primer cumpleaños en Menorca, y fue estupendo porque no se me podía ocurrir un sitio mejor para huír y celebrarlo con toda mi familia al completo, mis padres, mis hijos, mi hermano y mi marido. Disfrutar de un día soleado y brillante, de un baño en una desierta Son Saura, de una estupenda comida en el Café Balear, de un paseo por el centro de Ciutadella, de una ración de aire puro y viento en la cara en Cala Morell y de una tarta de Moll, y todo lejos de Madrid, fue lo más que le podía pedir a un cumpleaños (a mí cumpleaños). Nunca me han gustado mis cumpleaños. Octubre es un mes triste, anochece muy pronto, casí siempre llueve o está nuboso, y mi estado de ánimo parecido, no me gusta que me felicite mucha gente, no sé qué decir, gracias, gracias, ya ves un año más vieja, como pasa el tiempo ... no sirvo para este tipo de conversaciones. No me gustan las fiestas en las que yo soy la protagonista. Quiero que pasen rápido, evito que en mi trabajo se enteren del día, no llevo pasteles para celebralo, lo siento soy así. Por eso el poder estar en Menorca significó algo para mí. Ahora comprendo que fue algo importante, fue el fin de algo.

A la izquierda, hoy 18 de octubre de 2008, todo ha sido diferente, hoy he disfrutado, al igual que el año pasado lo he celebrado con mi familia, en casa, pero he sido feliz, los besos de mis hijos me han sabido de un modo especial, el tiempo ha pasado lento y no he querido que fuese de diferente forma, no he pensado, joooooo 42 tacos, sino 42 tacos !!!!!!!! Mis padres han disfrutado de verme feliz, todos hemos comido una tarta de chocolate, me ha gustado hablar con casi todas las personas que me han llamado y no he echado en falta a nadie. Hoy ha sido un día importante, ha sido el comienzo de algo.
Y entre estas dos fotos han pasado 365 días llenos de cosas buenas y malas y malísimas y, en fin, buenísimas. Todos hemos sufrido mucho, pero todos hemos podido superar un mal trago, yo la primera, y todos lo hemos podido celebrar felizmente. Además todos hemos aprendido algo, a nuestra manera somos un poco más sabios, incluso los niños.
Un blog no es el sitio más adecuado para dar las gracias a quien sé que no lo va a leer, pero no me sale eso de dar las gracias, cuanto más agradecida me siento, menos me sale (todavía tengo mucho que aprender). Así que hoy voy a aprovechar para dar las gracias a mi familia y a mis amigos.
A mis padres no puedo darles las gracias, sé que me llamarían idiota, porque ellos siempre han estado, están y estarán conmigo cuando los necesite. A mi hermano idem de idem, ahí está, en una isla, pero taaaan cerca. A los tres les pido perdón por el trago que les hice pasar, sufro sólo de pensar lo que tuvieron que sufrir, en los momentos más críticos yo estaba en la posición más fácil. En cualquier caso siempre pienso que menos mal que me pasó a mí, porque creo que yo hubiese sido incapaz de soportar lo que ellos soportaron, el ver sufrir a alguien que quieres, es lo peor.
A mis hijos también les pido perdón, por lo que les tocó, porque sufrieron en silencio, porque su sufrimiento se mezclo con juegos, con bailes, con sesiones de cine y con un exceso de gente a su alrededor dipuesta a complacerles en sus caprichos, y no sé que puede resultar de eso. Por ser pequeños no lloraron mi enfermedad, no expresaron sus sentimientos. Si algo se les quedó dentro yo intento sacárselo a base de abrazos y espero que el tiempo diluya el resto.
Mi intención era dar las gracias y me estoy dedicando a pedir perdón. Pero ahora sí voy a agradecer a Pepe el haber estado junto a mí de esa manera que sólo él sabe. Y eso que a Pepe le encontré en la calle, bueno peor, en un bar de copas. Gacias So. Sobran las palabras.
Gracias a los amigos que se preocuparon por mí, gracias Elena, gracias Cristina, gracias Betsabé y gracias Bárbara.
Gracias a los que ayudaron a Pepe y a los niños y me enviaron flores, libros y discos.
Gracias a mis compañeros de trabajo que me recordaron con cariño.
Gracias a mis vecinos que preguntaron tanto por mí . Recuerdo las lágrimas de emoción al recibir la tarjeta de "Get well soon" y las magdalenas de zanahoria que enviaron los americanos, tan yankees y amables ellos.
Gracias a todos los que rezaron por mí (gracias Carmina) que sé que fueron muchos y lo aprecio de corazón.
Gracias Pepe Soto senior por estar ahí.
Gracias a los profes en el cole que estuvieron tan pendientes de todo. Gracias especialmente a Nieves, la profesora de español de Bruno, que me tranquilizaba contándome por teléfono lo bien que estaba Bruno y me hacia hasta reir. Hoy le mando todo mi cariño y comprensión porque sé exactamente por lo que está pasando. Hasta pronto Nieves. Ironías de la vida, hemos intercambiado los papeles de animada y animadora.
Gracias Ignacio por toda la energía que me enviaste, al final ya ves, seguí tu camino (aunque tu decías que a mí nunca me pasaría nada parecido), ni siquiera tú pudiste protegerme. Me prometiste que me protegerías, pero no funcionó. En cualquier caso sufrí menos que tú, estoy segura. Y eso es lo que tienen las almas gemelas ...
Desde ahora todos los 18 de octubre que tenga la suerte de celebrar quiero ver el cielo azul aunque esté nublado, quiero disfrutar de un trozo de tarta sea donde sea, quiero que mis hijos me atruenen los oídos con su cumpleaños feliz, quiero que mis padres sean testigos de mi sonrisa (... y por cierto, si puede ser todo acompañado de unos regalos tan estupendos como los de este año, me han encantaaaaaaaaado, jejeje)

viernes, 17 de octubre de 2008

Mis amigos los medicamentos

Pasa el tiempo y no escribo. Unas veces porque estoy bien y hago cosas y no se me ocurre qué poner en un blog, otras veces porque estoy mal y no tengo ánimo. La verdad es que es difícil encontrar el momento.
Estoy bien y estoy mal.
Los resultados de las pruebas y análisis son buenos, buenos dentro de mis circunstancias, las cosas parecen que siguen su curso correctamente, los medicamentos van haciendo el efecto que se espera de ellos. Unos ponen en orden a los habitantes de mi médula ósea, al que se se pone rebelde le dan un palo y fuera, otros consiguen que mis pulsaciones sean bajas, que mi tensión esté baja, que mi sangre circule lentamente ... se acabaron las prisas en el interior de mi cuerpo, otros consiguen que el estómago se sienta bien, que sea amigo de lo que como, otros me ayudan a, de momento, ver la vida de color de rosa y olvidarme del "susdto de muerdte" que me dí, otros tratan de prevenir mis horribles dolores de cabeza, otros me los quitan cuando inevitablemente llegan, otros me ayudan a dormir y descansar mejor, y el último y uno de los más importantes, el que tiene el honor de tener alarma propia en mi teléfono, el que no se debe olvidar de tomar nunca, el que tendré que tomar hasta que me muera, mi compañero de viaje por muchos años (espero), tiene efectos anticoagulantes sobre mi sangre. El primer día que tomé una pastilla de éstas no pude evitar sentir una oleada de tristeza, faltó una ceremonia tipo, Marta quieres a S. como compañero en las alegrías y en las penas, no en la salud, sino en la enfermedad y hasta que la muerte os separe ? Sí, quiero. Y me la tragué con la ayuda de un sorbo de agua.
Los medicamentos se han convertido en algo muy importante en mi vida. Son mis nuevos amigos, y os puedo jurar que más amigos que alguno/a de los que hasta ahora yo consideraba buenos amigos. Y no hablo de pastillas y demás, hablo de personas de carne y hueso.