sábado, 15 de agosto de 2009

No me interesa


No me interesa. No me entero de nada. Mis niveles de desinformación están empezando a ser preocupantes. No veo la tele, y no la veo porque no me apetece, esto no tiene nada que ver con "soy muy cool y no veo la tele". No me interesa lo que cuentan en la tele, no me interesa lo que cuentan en la radio. Los periódicos de momento siguen pasando por mis manos, pero voy de la sección internacional a la de sociedad y cultura, pasando por nacional con los ojos cerrados por si acaso, sin querer, veo el careto de cualquier inútil de esos que dicen tantas gilipolleces, por si acaso me topo con la cara de algún corrupto, no me interesan los corruptos, no me interesan las comunidades autónomas, no me interesa el PP ni el PSOE, me da igual lo que tengan que decir, no me interesa, no quiero saber en que pueblo se cargó un esposo a su esposa con un cuchillo jamonero, no quiero saber la edad media de los que se mueren por la gripe A en España y alrededores, no quiero saber si los turistas extranjeros vienen o dejan de venir a nuestras playas, paso de la crisis, bastante tengo yo con mi crisis, desde que salí del garaje de EFE un sábado de enero del año pasado estoy empezando a hacerme un lío con los ministros y sus carteras ... pero al menos me sigue interesando lo que pasa en Kandahar, me jode profundamente que Morenatti se haya quedado si un pie por culpa de una bomba, porque me gustan sus fotos, me gusta que sea capaz de contarnos las cosas que nos cuenta, me gusta que se fuese de EFE mientras los demás decíamos "me piro de EFE", me impresionan las caras de los niños afganos, la luz que reflejan en un lugar donde todo es gris, me gusta lo que está haciendo mi amigo Andrés en Honduras, me gustaría haber sido en su día tan valiente como él y en vez de editar las fotos de los demás haber cogido el petate y haberme ido a Cachemira, a sacar luz de lo gris, como Morenatti, o a Gaza a buscar un grupo de palestinos que se reunen clandestinmente con sus amigos de Tel Aviv para demostrar al mundo que los humanos somos idiotas, o a Yangon, o a Katmandú, a hacer fotos con mi amigo Narendra Shrestha ... me gusta que David siga con la cámara que se compró con el dinero del finiquito filmando esto y lo otro ... y eso lo digo ahora que sé que no puedo hacer nada de todo eso porque estoy anticoagulada de por vida e indefinidamente supermedicada, ahora que tengo dos hijos colgados del cuello cual monos del Amazonas (en los bosques del Amazonas, ¿hay monos?), ahora que ya no tengo 20 años ... genial Marta, que te dé ahora por pensar en todo lo que tenías que haber hecho y no hiciste, muy bien.
Mientras tanto paso por el verano sin hacer ruido, sin pensar mucho, voy de Santander a Menorca y de Menorca a Santander pasando por Madrid. No quiero pensar mucho, porque cuando me pongo a pensar ... ains. Soy poco valiente, soy muy cobarde, me siento débil, me dejo llevar por la corriente, tiro la toalla, extiendo la toalla, en la playa, bajo el sol, ese sol que me da energía, porque necesito calor en mi cuerpo, porque tengo frío por dentro y el sol me alivia, y el agua me despeja, y mientras tanto como polos de limón, uno tras otro, porque he descubierto que son adictivos, cuando se derrite en la boca el último trozo de hielo el cerebro ordena la acción de comer/chupar más polo de limón. Y mientras tanto escucho música, aún no me he curado de Wilco, pero llegarán otros que me hagan olvidar a Wilco, otros a los que escuharé compulsivamente (de la misma manera que como polos de limón), y mientras tanto sigo con mi Cannon haciendo fotos de aficionado, fotos de niños guapos y bien nutridos, con pelo brillante gracias a los cereales del desayuno, piel lustrosa gracias a los danone naturales y mentes despiertas gracias a su buena puntería a la hora de venir a este mundo, niños con tabla de surf y niñas con coletas y lazos, niños felices, de esos que tienen todo y siempre quieren más, de esos que nosotros malcriamos a pesar de que esa no sea nuestra intención, a pesar de quererlo hacer tan bien que lo acabamos haciendo bastante mal, no mal no, me niego a reconocer eso.
Y mientras tanto, voy a seguir con mis cosas (¿qué cosas?) a la espera de que un tribunal médico formado por unos profesionales de lo suyo que ya han acabado sus vacaciones o están esperando a que lleguen decidan qué es lo que a a ser de mí, laboralmente hablando, y así como quien no quiere la cosa influyan sin querer en mi futuro más próximo, y en el de los que me rodean, porque las cosas no serán igual a partir de este otoño, porque yo también voy a tomar decisiones, porque cuando el sol deje de calentar mis huesos me tendré que abrigar contra el frío.

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