martes, 21 de octubre de 2008

Life point

Me tengo que animar a escribir. Tengo que soltar lastre. Y me cuesta. Pero lo voy a hacer, poco a poco, así quizá algún día pueda pensar en el pasado mes de enero y sonreir, así algún día pueda dormir bien sin soñar que alguien me persigue con un cuchillo, que estoy en medio de una guerra en Bosnia o que soy el objetivo de una mafia china asentada en Madrid. Quizá algún día mis sueños raros sólo consistan en estar en un restaurante chino con el capitán mosca usando calamares como lentes bifocales (mi pequeño homenaje a Sergio Algora).

Yo me digo en voz baja : soy feliz. Y se lo digo también en voz alta al que me quiera escuchar : soy feliz. Soy feliz porque tuve suerte, soy feliz porque la pelota tocó la red y al final cayó en campo contrario y conseguí un life point. Pero a veces me siento asustada y me pregunto por qué ? no Por qué a mí ? sino Por qué?

Por qué voy a tener que tomar medicamentos de por vida?, por qué no voy a poder practicar algún tipo de deportes?, por qué siempre tendré que ir de médico en médico y de prueba en prueba?, por qué tengo una cicatriz en mitad de mis estupendos abdominales?, por qué lo pasé tan mal?, por qué se lo hice pasar tan mal a los que me quieren?, por qué me tuvieron que meter un tubo por la garganta cuando vomitaba sangre a borbotones?, por qué he tenido que dejar mi trabajo (de momento), por qué estoy tan cansada?, por qué no me puedo ir mañana a Nueva York?, por qué nunca deberé viajar a un país no civilizado?, por qué y cuándo el gen Yak2 mutó ? Por qué mi anterior médico no se dio cuenta de que algo no iba bien dentro de mi cuerpo ? Por qué no me lo pudieron coger más a tiempo y así evitar todo este follón del copón ? Por qué a mis hijos se les tuvo que pasar por la cabeza que su madre igual no volvía a casa nunca ?

No me importa, no es para tanto tomar unas cuantas pastillas todos los días, tampoco yo era Bode Miller y ahora en vez de esquiar tomaré el sol en una tumbona mientras leo un libro, no es tan malo ir al hospital, hay médicos majísimos que me cuidan como si fueran mi madre, la cicatriz, fuera de broma, la adoro, es el símbolo del triunfo de la vida, esta supercuidada y la luzco con orgullo (además no es una cicatriz cualquiera es, como dice Bruno, la estrella de Mercedes), lo pasé mal, pero ya pasó, mi familia lo pasó mal pero eso nos acercó más si cabe, los tubos y los pinchazos y los tacs y demás me enseñaron a ser más fuerte, de los vómitos de sangre no saqué nada bueno, que le vamos a hacer, yo creo que de ahí me viene el susto ese que me hace soñar fatal, no puedo ir a trabajar, ni quiero, esto es un año sabático, y quien no quiere un año sabático, estoy cansada, pero puedo descansar cuando quiero, no puedo ir mañana a NY, pero ya iré cuando me den el alta, no podré viajar a Etiopía, ni a la India, ahora no, puede que algún día sí, y el YAK2, pues mutó, que le vamos a hacer, yo siempre fui un poco rarita, y el Dr. Reparaz pensaba que unos teníamos el bazo grande del mismo modo que otros tienen las orejas grandes, quizá debería irse a Everwood a curar resfriados a la gente, no sé igual su destino era salvar la vida a otros, lo que está claro es que no era un médico para mí. Si me lo hubieran cogido a tiempo todo hubiese sido más facil, me hubiese ahorrado una operación a vida o muerte, una enorme cicatriz, una desagradable hemorragia digestiva, yo qué sé, pero quizá ahora no sería como soy, distinta (y feliz).
Lo que si me preocupa es que a Bruno y a Catalina se les pasase en algún momento por la cabeza el hecho de quedarse sin madre. Cuando era pequeña, esa era mi peor pesadilla. Pero aquí estoy, abrazándoles y riñéndoles, besándoles y echándoles broncas cuando desobedecen.
Un día, no hace mucho me dijeron : ya estás buena del todo mamá porque nos riñes mucho jejeje

No hay comentarios: