sábado, 6 de junio de 2009

Me voy

Marta, Marta, Marta, Marta ... no puedo pensar más que en Marta. Marta triste. Marta contenta. Marta animada. Marta de bajón. Marta cabreada. Marta cansada. Marta dolorida. Soy superaburrida.
Mi vida gira alrededor de mí y en un espacio muy limitado. A veces me da la sensación de estar caminando en círculos que cada vez se estrechan más. Y como no cambie la trayectoria me voy a acabar axfisiando.

Quizás antes no me ocupaba lo suficiente de mí. Quizás estaba tan ocupada con las cosas cotidianas que no me daba tiempo. Esas cosas que me parecían una pérdida de tiempo, incluído el trabajo. Porque, no me voy a engañar, siempre pensé que tenía algo más interesante que hacer que mi trabajo, ese que me reporta unos miles de euros a final de mes. Siempre le eché la culpa de casi todo a la falta de tiempo. Si tuviera tiempo ... bufff todas las cosas que haría !.
Ahora tengo tiempo, tiempo y un nivel de despiste importante. No sé por dónde empezar. Ahora pienso demasiado en mí. Casi me muero y eso me hace centrarme en mí misma de una manera excesiva. Tengo la sensación de que me merezco muchas cosas. Y todas esas cosas las quiero.
Sin embargo ...

En primer lugar está mi familia, en concreto mis hijos (me necesitan). Me ocupo de ellos. Les quiero, les cuido, les riño, les sonrío, les voy a buscar al cole, les ayudo, les leo libros, les pongo música, les aconsejo, les visto, les alimento, les peino, les prohibo, les permito, les enseño, les doy espacio ...
Después los demás (me necesitan, pero no tanto). Ellos me disfrutan y me sufren. Yo les intento dar lo mejor de mí. No siempre lo consigo.

Además tengo una obligación. El hospital y los médicos forman parte de mi nueva vida. Yo voy y ellos me sonríen, me pinchan, me meten en máquinas, me recetan, me ajustan niveles de ésto y de lo otro, me aconsejan, me animan, me miran con cara de pato, me cambian de pastillas, me vuelven a pinchar, me citan de nuevo ... y yo sigo yendo y viniendo ... Todo esto me lleva mucho tiempo.

Mi tiempo de ocio son mis libros, mis pelis, mi música y mis series ... ahora sí le puedo dedicar tiempo a todo esto.

Pierdo el tiempo con mis idas y venidas, aparco aquí, voy para alla, me atasco en este carril, me salto este semáforo. ¿Dónde voy mientras tanto? No sé. Depende.

De vez en cuando voy a Santander, o a Menorca, una vez me fuí a Valladolid (en tren).

Y ahora pienso ¿dónde quedaron los tiempos de los aeropuertos, de las prisas, de los viajes, de me-voy-ya-volveré, de los vuelos low cost que parecía que te obligaban a saltar de Londres a Roma pasando por París porque estaban tan tirados que sería una pena no pasar el fin de semana en una capital europea ?. Maletas perdidas, vuelos anulados, hoteles cutres, hoteles maravillosos, moteles, kilómetros y kilómetros de carreteras, turbulencias, jet lags ...

Me voy.
Voy a hacer la maleta.

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